Sabéis que nos pasa durante algunas sesiones de bebés pequeños? Que mientras esperamos “el momento” idóneo para fotografiar al recién nacido tenemos un hermanito mayor con muchas ganas de jugar y pasarlo bien. La llegada del pequeño de casa no les resta protagonismo, al contrario, los pone de nuevo en el punto de mira. Esto nos pasa un montón de veces, y Roger es un gran ejemplo. En el estudio, y mientras los padres atendían a su hermano, el “gran” pequeño nos regalaba un buen rato de juegos, sonrisas y miradas.
La llegada de un nuevo miembro en casa, sabemos por experiencia, que es una tarea laboriosa pero al mismo tiempo fascinante. Nos gusta, por un día, formar parte de este momento único.